Tenemos éxito en la medida que aplicamos el principio de la división del trabajo en función de la ventaja comparativa， lo que da lugar una aplicación de las habilidades individuales， un cooperación y un trabajo en equipo superiores. 

Para maximizar los resultados， los supervisores en todo nivel reexaminan continuamente las ventajas comparativas a medida que cambian los integrantes del equipo， las condiciones de negocios y las oportunidades.Los líderes aplican la ventaja comparativa en toda Koch， no solo en su organización.Se aseguran continuamente de que todos desempeñen el rol en el que más puedan contribuir， con las responsabilidades y los derechos de decisión apropiados， y que reciban el feedback que los ayude a crecer， desarrollarse y autorrealizarse. 

Las autoridades se distribuyen según quién tenga el mejor conocimiento y la mejor ventaja comparativa.No están centralizadas ni descentralizadas， más bien fluyen de y hacia las personas en base a la rentabilidad y momento oportuno de las decisiones.Las personas se motivan cada vez más a medida que tienen oportunidades para desarrollar su conocimiento personal en sus roles y adquirir mayores derechos de decisión. 

Los responsables de tomar decisiones buscan los aportes y desafíos de quienes tienen diversas perspectivas， experiencias y conocimientos y pueden contribuir para tomar decisiones mejores. 

Se ha cambiado el nombre de esta dimensión， anteriormente Derechos de Decisión， porque la división del trabajo en función de la ventaja comparativa es el principio que guía cómo organizamos y cómo asignamos los Derechos de Decisión.